domingo, abril 24, 2005

Infancia

Ellos corren sin mirarnos. Tiran sus balones a nuestros rostros, se caen, se golpean, gritan, se burlan de su compañero mas cercano sin saber que es el dolor. No saben, no pecan. El futuro se construye en el presente, con gritos, llanto, golpes y raspones, no creo que alguna vez cambiemos nuestra forma; el cuerpo no dice nada. Siempre tras el balón, siempre, bajo las faldas, entre las blusas donde se esconden, siempre. Así era Juan.